Los resultados electorales del 9 de Marzo fueron fruto de ingentes analisis a vuela pluma (habia que rellenar espacios en los periodicos y tertulias) por parte de la derecha mediatica donde se vislumbraba una vieja cantinela: el valor del voto, la calidad diferencial. Mientras la victoria del PSOE se sustentaba en el voto voto radical (“el crecimiento del socialismo se produce gracias al nacionalismo radical y a la extrema izquierda”), el PP subia a costa de los electores moderados. (“el del PP se debe al de electorado moderado y centrista, que ha sabido identificarse con el proyecto encarnado por Mariano Rajoy”). Estos analisis sesgados (¿a quien ha votado el nacionalismo radical español? ¿a quien ha votado la extrema derecha?) no son una novedad. La frustrante derrota del 93 y la victoria pirrica del 96 fueron mal digeridas por la derecha que acuso al PSOE de tener el “voto cautivo rural” mientras el PP presumia de un voto “urbano, inteligente y consciente”, la infame union de paletos y radicales han impedido el triunfo del voto diferencial, del voto de calidad.
En 1953 en la antigua RDA unas revueltas obreras fueron severamente reprimidas por el gobierno comunista, el poeta y dramaturgo Bertolt Brecha se pregunto “¿No sería más fácil que el gobierno disuelva al pueblo y elija otro?”. En eso estan.
lunes, marzo 31, 2008
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