En el post “Un mal dia” escribia sobre el trastorno que padece Acebes desde el fatidico 11-M, Santos Julia se referia a ello el pasado domingo.
“Pero Blas Piñar ha resultado ser un bendito de Dios al lado del ex ministro del Interior del último Gobierno presidido por José María Aznar. A Ángel Acebes no sólo no le cabe el Estado en la cabeza, sino que está dispuesto a ponérselo por montera con tal de dar libre curso a su resentimiento. Cierto, no es muy original atribuir motivos psicológicos a comportamientos políticos, que se supone guiados por cálculos racionales. El caso de Acebes, sin embargo, rompe todos los moldes de la racionalidad: un ministro del Interior bajo cuyo mandato un grupo de terroristas islámicos cometió el más devastador atentado de nuestra historia, y decenas de presos de ETA fueron excarcelados sin cumplimiento íntegro de las penas, tiene motivos sobrados para haber perdido la cabeza y, con ella, la razón política.
Una actuación tan aciaga debía haber sido suficiente para devolver a este señor a la actividad privada, a su casa y a su profesión. Pero no: contra toda lógica, se ha mantenido en la primera fila del escenario con el exclusivo propósito de arrojar sobre sus adversarios políticos la frustración y la impotencia acumuladas durante su etapa de ministro del Interior”. Esto es lo que hay.
domingo, febrero 19, 2006
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